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Ven, Mar

El pasado 16 de agosto en la ciudad de Bogotá (provincia Colombia-Ecuador-Panamá), Jesús Maestro en su infinita bondad y gracia ha dado en a la Iglesia y a la Sociedad de San Pablo las ordenaciones diaconales de Gerzon Fabián Medina Ariza, y de Jorge Forero Maldonado; conferida por la imposición de manos y oración consecratoria de Monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo primado de Colombia y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia. Concelebrada por los cohermanos paulinos sacerdotes, por un sacerdote diocesano y un dominico, tres del Instituto de Jesús sacerdote, acompañada por los miembros de la Familia paulina, jóvenes en convivencia vocacional, familiares y amigos de Gerzon y de Jorge.

Durante las lecturas proclamadas (Ef 4,1-7.11-13; Sal 39; Mt 20,25b-28) ese día se recordó que los diáconos deben ser humildes a ejemplo de la Jesús nuestro Señor, quien siendo rico se hizo pobre para  enriquecernos a todos, esto va requerir una vida en la  pobreza. La pobreza que nos propone Jesús Maestro tiene unas características: 1) En el fundamento del  amor,  todo los demás pasará, lo único que es eterno es  el amor, en el amor se fundamentan los consejos evangélicos: la pobreza, la castidad y la obediencia. Es por ello que la pobreza vivida a ejemplo del amor de Jesús llevará al consagrado a tener más confianza en él, es decir, se abandonará a la providencia del Señor ya que este ministerio no es para enriquecerse, hay que vivirlo en la providencia de Dios que los ayudará a liberar de la vanagloria, a no vivir de acuerdo con el mundo y la moda. Recuerden, donde está tu tesoro está tu corazón. 2) Vivirlo según el Evangelio, hacer austeros, a no apegarse de personas, de lugares, de cosas ya que el apego hace sufrir al ser humano, quitan libertad, hace que convirtamos ídolos en nuestra vida; hemos venido a este mundo sin nada y sin nada nos iremos.  3) La amabilidad, en sus palabras, comportamientos y en sus actitudes es un don de Dios que nos hace sencillos, cercanos y fraternos, dialogantes capaces de escuchar, una comunicación en doble vía con los hermanos y doble vía con Dios. De esa manera el diaconado tendrá ese tinte de la amabilidad, en el trato con todos, en las relaciones nuevas a ejemplo de Jesús. La amabilidad permite la corrección fraterna, sin herir, sin humillar y oportuna, se construye en el dialogo con los hermanos y en la oración permanente con el Señor Jesús. Por consiguiente, la Carta de los Filipenses insiste que vivan, caminen, se conduzcan según la vocación con humildad y amabilidad, ser diáconos servidores de ello en el Reino de Dios.

Al final de la celebración, fue leído el mensaje del regional de Portugal padre Favio Marín donde agradece a Dios por el trasladado de Jorge Forero. Seguidamente, el clérigo Gerzon dirigió unas palabras de agradecimiento y expresó el valor profundo de este ministerio del diacono, el cual es un don que se vive en relación con la vida consagrada haciendo nuestras las palabras del beato P. Santiago Alberione, Fundador de toda la Familia Paulina: “Caminen en continua conversión, empiecen siempre desde el pesebre, que de la oración y del sagrario brote la inspiración para comunicar la Palabra de Dios y recuerden que las obras de Dios se hacen con hombres y mujeres de Dios”.

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