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Vie, Abr

Incorporados plenamente como “rama” viva y vital al gran árbol de la Familia Paulina, los Cooperadores están llamados a valorar continuamente la inestimable riqueza de la vida espiritual pensada y querida amorosamente por el beato Santiago Alberione para esta Familia, como singular e inefable don de gracia.

El concilio Vaticano II en el documento Apostólicam Actuositatem dice así: “Los laicos que, siguiendo su vocación, se hayan inscrito en alguna de las asociaciones o institutos aprobados por la Iglesia, deben esforzarse por asimilar fielmente las características peculiares de la vida espiritual propia de esas asociaciones o institutos” (n. 4).

Este punto, por parte de los Cooperadores Paulinos, se ensambla oportunamente con la finalidad espiritual y apostólica de toda la Familia religiosa fundada por el P. Alberione, consistente en anunciar la verdad liberadora mediante la evangelización con los instrumentos de la comunicación social y, citando al propio Primer Maestro, con “todos los inventos que el progreso humano proporciona y las necesidades y condiciones de los tiempos requieren”.

Para que esto pueda cuajar realmente en la vida y en la experiencia concreta de los Cooperadores, el vigente Estatuto de la Asociación indica con precisión de qué contenidos debe constar la vida espiritual y apostólica de los miembros y qué itinerarios están llamados a recorrer para vivir plenamente dicho don de gracia.

Estos contenidos constituyen un verdadero y propio proceso formativo carismático espiritual que vivido costante y progresivamente dará como resultato un auténtico “laico paulino integral”.

Tal proceso se realiza a través de una específica sucesión de los siguientes puntos:

  • la lectura, el estudio y la meditación de la sagrada Escritura, especialmente del Evangelio, los Hechos de los Apóstoles y las Cartas de san Pablo;
  • el compromiso en construirse una espiritualidad cuyo centro y fundamento sea Jesús Maestro Camino, Verdad y Vida, el Cristo integral como lo conoció san Pablo al ver en Él el cumplimiento de le sagradas Escrituras (cf AD 159-160);
  • la capacidad de confiarse a María Reina de los Apóstoles y a san Pablo apóstol, modelo de todo paulino y guía en el proceso de cristificación: “Vivo, pero no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí” (Gál 2,20);
  • nutrirse diariamente en la mesa de la Palabra, la meditación y la lectura espiritual;
  • un maduro discipulado que se deja guiar por Cristo Maestro en el trascurso del año litúrgico. No hay mejor escuela para la formación espiritual de cada paulino que la participación en la vida de gracia dada por la liturgia;
  • la participación “plena, activa y fructuosa” en la Eucaristía “para ser todo en Cristo, para un total amor a Dios: inteligencia, voluntad, corazón, fuerzas físicas. Todo: naturaleza y gracia y vocación, para el apostolado. Carro que camina apoyado en las cuatro ruedas: santidad, estudio, apostolado y pobreza“ (AD 100; cf CISP 10);
  • concienciarse cada vez más solidamente en que la piedad paulina es eucarística: Todo brota de la fuente vital que es el Maestro eucarístico (cf AD 16-19, 82, 95, 155). De la Visita eucarística el Coperador paulino aprende a sacar alimento para su vida espiritual y para el apostolado;
  • el examen de conciencia cotidiano hecho según el pensamiento de la Iglesia y del Fundador: cor poenitens tenete [tener un corazón penitente], aprendiendo así cuán importante es renovar la correcta relación con Dios, con uno mismo y con el prójimo y el valor del sacramento de la Reconciliación, teniendo en justo aprecio la necesidad de la dirección espiritual como medio indispensable para caminar con seguridad en la vida cristiana (cf AD 158);
  • la oración de la Liturgia de las Horas o parte de ella, especialmente Laudes y Vísperas. De este modo el Cooperador aprende a santificar el tiempo participando en la oración común y oficial de la Iglesia;
  • la armonización de los ejercicios de piedad con la sagrada Liturgia (cf SC 13). En particular, con el rezo atento y meditado del santo Rosario, el Cooperador aprende a crecer en la devoción a la Reina de los Apóstoles. Tendrá también en sus manos un instrumento importante que le fue entregado en el rito de la Promesa: Las Oraciones de la Familia Paulina, donde además de las oraciones están las introducciones escritas por el propio P. Alberione;
  • la participación en los encuentros, reuniones, retiros expresamente promovidos por la Asociación, que le consienten conocer la herencia espiritual de la Familia Paulina;
  • la lectura y el estudio del pensamiento del beato Alberione y de los documentos que la Sociedad de San Pablo y la Familia Paulina proporciona;
  • la participación en los encuentros espirituales y formativos promovidos por el grupo al que cada uno pertenece, para una mayor comunión entre los miembros y para un progresivo conocimiento del carisma paulino.

Si todos los Cooperadores Paulinos gustan y viven esta espiritualidad, haciendo de ella una síntesis de la propia vida, ensancharán el ánimo a las necesidades del mundo contemporáneo, serán  auténticos apóstoles que viven, sienten y obran con el mismo corazón del apóstol Pablo, y por tanto con el mismo corazón del Maestro Divino.

 

Guido Colombo ssp
Delegado de los Cooperadores de la Sociedad de San Pablo para la Provincia Italia
Coordinador de la Dirección Ejecutiva Nacional para Italia de la Unión Cooperadores Paulinos

 

Agenda Paolina

19 Abril 2024

Feria (bianco)
At 9,1-20; Sal 116; Gv 6,52-59

19 Abril 2024

* Nessun evento particolare.

19 Abril 2024SSP: D. Ettore Cerato (1995) • FSP: Sr. M. Immacolata Di Marco (1968) - Sr. Santina De Santis (2003) - Sr. Gemma Valente (2015) - Sr. M. Luciana Rigobello (2018) - Sr. Giuseppina Bianco (2021) • PD: Sr. M. del Sacro Cuore Carrara (2004) - Sr. M. Flavia Liberto (2016) • IGS: D. Sergio Lino (2000) • IMSA: Marta Manfredini (2005) - Anna Paola Firinu (2020) • ISF: Rosetta Sebastiani (1993) - Vincenzo Giampietro (2009) - Rita Morana (2014) - Maria Iacovaz Serli (2018).

Pensamentos

19 Abril 2024

Sempre abbiam da santificar la mente, quindi istruirsi, nell’apostolato. E poi santificare il cuore, quindi amare l’apostolato per amore di Gesù. E poi santificare la volontà, quindi compiere il nostro apostolato, impiegando le forze che abbiamo (APD56, 236).

19 Abril 2024

Siempre tenemos que santificar la mente, por lo tanto, instruirse, en el apostolado. Y después santificar el corazón, por tanto, amar el apostolado por amor a Jesús. Y luego santificar la voluntad, por tanto, realizar nuestro apostolado, con las fuerzas que tenemos (APD56, 236).

19 Abril 2024

We always must sanctify the mind, therefore instruct ourselves, in the apostolate. And then sanctify the heart, then love the apostolate out of love for Jesus. And then sanctify the will, then carry out our apostolate, using the strength we have (APD56, 236).