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Vie, Mar

El paso del papa Francisco por dos países de América Latina en enero de este año nos ha dejado a muchos con una esperanza renovada; la alegría de escuchar al Sucesor de Pedro y de verlo cercano con su pueblo nos interpela a un gran trabajo personal y comunitario que debemos enfrentar de ahora en más.

Cada palabra dicha y cada gesto de cercanía con personas de toda índole han conmovido incluso a los escépticos. Quisiera compartir lo que, a mi juicio, han sido palabras de fuego para los consagrados en Chile y Perú, lugares en donde tenemos una fuerte presencia paulina, en lo relacionado a la vida comunitaria como a la apostólica; y con ello poder preguntarnos: ¿Qué nos dicen hoy estas palabras?

Una dinámica tripartita

En ambos discursos, el Papa desarrolla su mensaje en torno a tres puntos. En sendos lugares ha evocado la figura de los apóstoles, vinculados intrínsecamente a la comunidad: En Chile nos propuso la figura de Pedro, mientras que, en Perú, la del pasaje del llamado de Juan y Andrés. Así, en Santiago contemplábamos a un Pedro, que, como la comunidad misma, trascurre el camino abatido-misericordiado-transfigurado. En Trujillo, en cambio, nos ha llamado a tener conciencia de sí mismos, haciéndonos cargo de la hora del llamado y comunicar la Buena Nueva con alegría contagiosa.

Abatidos, con conciencia de sí

Somos llamados a que, con raíces en la tierra, mantengamos el corazón en el Cielo, reconociendo humildemente nuestras limitaciones, como también nos lo hace rezar la oración del Pacto. La Palabra de Dios a través de la lectura orante y frecuente de la Biblia, nos va enseñando cada situación de la vida de los llamados, ninguno es santo antes de tiempo, sino que son hombres y mujeres en camino, convocados en los momentos menos pensados de sus vidas (Pedro después de negar a Jesús, Mateo en la mesa de recaudación, la Magdalena con siete demonios encima). Es por esos hechos que es preciso tener esa conciencia de sí para no quedarnos rumiando la desolación, sino para ir reconociendo la gratuidad de la misericordia divina y, en nuestro caso, llevar a cabo lo que nos recordó el Papa hace unos años a la Familia Paulina: “«Lo que han recibido gratis, denlo gratis», dice Jesús. En estas palabras está el secreto de la evangelización…” (Audiencia del 27/11/14, con motivo del Centenario de la Familia Paulina)

Misericordiados, haciéndonos cargo de la hora del llamado

La mirada del Maestro sobre Pedro, sobre Juan y Andrés, sobre Mateo y sobre Pablo fue una mirada de misericordia, que lavó las heridas de sus pecados haciéndolos apóstoles y profetas. Francisco ha dicho: “¿Qué nos mantiene a nosotros apóstoles? Una sola cosa: «Fuimos tratados con misericordia»”. Este ser tratados con misericordia se vive en una doble dimensión: Ad intra, en cuanto que reconocemos que todo es gracia y alabamos al Señor por ello, y ad extra, en cuanto que al ser misericordiados estamos llamados a tratar con esa misma misericordia a los demás, a todos, siguiendo las intuiciones del Primer Maestro. Pero, en nuestro caso, ¿Cómo curamos las heridas del pueblo fiel? ¿Cómo besamos las llagas de los que sufren y están a la vera del mundo, que es nuestra parroquia? Quizá no haga falta salir tanto, sino poner la mirada en nuestro entorno más cercano, quizá haya que vivir en todo momento más en sintonía con nuestros destinatarios, las realidades sociales del país… Somos llamados así a no perder de vista el llamado, la pregunta: ¿A qué has venido? Que nos incendió el corazón aquel …/…/… (por si tenemos alguna fecha en mente).

Transfigurados, con alegría contagiosa para el anuncio

Francisco ha insistido en un llamamiento constante a los consagrados para vivir en la alegría, siendo éste un eje de su pontificado; invitándonos a no ser consagrados “marchitos”. Es la alegría del Evangelio, del sabernos misericordiados cuando estábamos más abatidos, alegría que transfigura, pues es Cristo mismo que nos sale al encuentro. Los Paulinos que vivimos en América Latina somos testigos privilegiados de las celebraciones de nuestros pueblos, de las inmensas peregrinaciones, de aquellos momentos que nos quieren renovar la alegría. Es este mismo pueblo el que sabe distinguir entre un apóstol apasionado del “funcionario de lo sagrado” ¡Cuánto por aprender!

En continua conversión, volver a las fuentes

Esta dinámica no es automática ni se da toda de una vez, por ello, el Santo Padre insta en todo momento a volver continuamente al Evangelio, algo que para nosotros nos podría recordar el “caminar en continua conversión” y desde allí renovar el compromiso, la fidelidad, la creatividad y así “hacerlo todo por el Evangelio” (1Cor 9, 23).

Que la voz del Papa, tan presente en los fundamentos de nuestro cuarto voto, nos ayude a buscar cada día la mirada del Maestro, haciéndonos la pregunta: “¿Cómo es la Iglesia que tú amas? ¿Amas a esta Iglesia herida que encuentra vida en las llagas de Jesús?”

Les comparto, por último, algunas de las frases del Papa que nos podrían ayudar en nuestro camino paulino.

Chile

  1. No existe el selfievocacional, no existe. La vocación exige que la foto te la saque otro, y ¡qué le vamos a hacer! Así son las cosas.
  2. Pidamos a Dios nos dé la lucidez de llamar a la realidad por su nombre, la valentía de pedir perdón y la capacidad de aprender a escuchar lo que Él nos está diciendo y no rumiar la desolación.
  3. La promesa es de ayer, pero para mañana
  4. Estamos invitados a enfrentar la realidad, así como se presenta.
  5. Hay momentos en los que nos confrontamos no con nuestras glorias, sino con nuestra debilidad. Horas cruciales en la vida de los discípulos, pero en esa hora es también donde nace el apóstol.
  6. ¿Qué nos mantiene a nosotros apóstoles? Una sola cosa: «Fuimos tratados con misericordia».
  7. Una Iglesia con llagas es capaz de comprender las llagas del mundo de hoy y hacerlas suyas, sufrirlas, acompañarlas y buscar sanarlas.
  8. La conciencia de tener llagas nos libera; sí, nos libera de volvernos autorreferenciales, de creernos superiores.
  9. Veo con cierta preocupación que existen comunidades que viven arrastradas más por la desesperación de estar en cartelera, por ocupar espacios, por aparecer y mostrarse, que por remangarse y salir a tocar la realidad sufrida de nuestro pueblo fiel.
  10. No se aman las situaciones ni las comunidades ideales, se aman las personas.
  11. Cada vez que intentamos volver a la fuente y recuperar la frescura original del Evangelio, brotan nuevos caminos, métodos creativos, otras formas de expresión, signos más elocuentes, palabras cargadas de renovado significado para el mundo actual».
  12. Te pregunto: ¿Cómo es la Iglesia que tú amas? ¿Amas a esta Iglesia herida que encuentra vida en las llagas de Jesús?

Perú

  1. Nuestras vocaciones tendrán siempre esa doble dimensión: raíces en la tierra y corazón en el cielo.
  2. da mucha pena ver algún obispo, algún cura, alguna monja, “marchito”. Y mucha más pena me da cuando veo seminaristas marchitos. Esto es muy serio.
  3. se nos pide trabajar con el Señor, codo a codo, pero sin olvidarnos nunca de que no ocupamos su lugar. Y esto no nos hace «aflojar» en la tarea evangelizadora, por el contrario, nos empuja, nos exige trabajar recordando que somos discípulos del único Maestro.
  4. Aprender a reírse de uno mismo nos da la capacidad espiritual de estar delante del Señor con los propios límites, errores y pecados, pero también aciertos, y con la alegría de saber que Él está a nuestro lado.
  5. Lo más valioso que un consagrado tiene: la mirada del Señor.
  6. Nos hace bien recordar que nuestras vocaciones son una llamada de amor para amar, para servir.
  7. Los exhorto, por favor, a no olvidar, y mucho menos despreciar, la fe fiel y sencilla de vuestro pueblo.
  8. No se vuelvan profesionales de lo sagrado olvidándose de su pueblo, de donde los sacó el Señor, de detrás del rebaño.
  9. El Pueblo de Dios tiene olfato y sabe distinguir entre el funcionario de lo sagrado y el servidor agradecido.
  10. Y si hay un cura, un obispo, una monja, un seminarista, un consagrado que no contagia es un aséptico, es de laboratorio, que salga y se ensucie las manos un poquito y ahí va a empezar a contagiar el amor de Jesús.
  11. Jesús nos envía a ser portadores de comunión, de unidad, pero tantas veces parece que lo hacemos desunidos y, lo que es peor, muchas veces poniéndonos zancadillas unos a otros, ¿o me equivoco?
  12. Hay que cuidarse de la tentación del «hijo único» que quiere todo para sí, porque no tiene con quién compartir. Malcriado el muchacho.
  13. Y si los jóvenes hacen soñar a los viejos les aseguro que los viejos harán profetizar a los jóvenes.

 

Agenda Paolina

28 Marzo 2024

Nella Cena del Signore (bianco)
Es 12,1-8.11-14; Sal 115; 1Cor 11,23-26; Gv 13,1-15

28 Marzo 2024

* SSP: 1988 Maggiorino Vigolungo viene proclamato Venerabile.

28 Marzo 2024FSP: Sr. M. Augusta Biolchini (2018) - Sr. Donata Narcisi (2019) - Sr. M. Dorotea D’Oto (2023) • PD: Sr. M. Tarcisia Spadaro (2008) - Sr. M. Emanuella Santini (2011) - Sr. M. Leonarda Pompiglio (2023) • IGS: D. Giorgio Zeppini (2018) • ISF: Michele Perillo (1996).