Con motivo del primer centenario fundacional (1914-2014) la Sociedad de San Pablo, junto con la Familia Paulina en México a los pies de Santa María de Guadalupe dimos gracias a Dios por las abundantes riquezas de su gracia a lo largo de estos primeros 100 años de vida.
La Eucaristía dio inicio a las 16:00 hrs. y fue presidida por Mons. Christophe Pierre, Nuncio Apostólico en México, quien con notable entusiasmo habló de la importancia del apostolado paulino en la Iglesia. A su vez nos invitó a vivir profundamente y compartir con el mundo la rica espiritualidad que nos legó nuestro fundador el Beato Santiago Alberione: "Santidad y apostolado, para poder ser apóstol. El Paulino primero debe asistir a la escuela del Divino Maestro. Ustedes, queridos Paulinos, deben ser ante todo discípulos de Cristo Maestro, Camino, Verdad y Vida, para después ser apóstoles que hagan el bien a los hombres de hoy con los medios de hoy".
Mons. Christophe animó a las nuevas generaciones de Paulinos diciendo: "deben estar preparados espiritual e intelectualmente para responder a las necesidades del tiempo actual", de tal forma "que vuestro apostolado sea aceite perfumado para el dolor y vino nuevo para la alegría de todo hombre".
Al finalizar, la celebración siguió en la Comunidad San Pablo Taxqueña una cálida recepción donde el Nuncio Apostólico recibió la medalla Alberione, así como el logotipo San Pablo y una artesanía conmemorativa de los 100 años, luego juntos compartimos los alimentos.
La numerosa Familia Paulina vivimos este momento de gracia en un clima fraterno y de comunidad agradeciendo a Dios sus dones derramados en bien de sus hijos amados.
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