La vida comunitaria es uno de los aspectos característicos e importantes en la vida del religioso, por eso, se expondrán los puntos que se consideran sobresalientes y, con lo que se comprenderá mucho más la importancia que tiene el ambiente comunitario como promotora vocacional en la Vida Consagrada.

Amor Comunitario. “El amor de Cristo ha reunido a un gran número de discípulos para llegar a ser una sola cosa, a fin de que, en el Espíritu, con Él y gracias a Él, pudieran responder al amor del Padre a lo largo de los siglos, amándolo ‘con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas’ (Dt 6,5) y amando al prójimo ‘como a sí mismos’ (cf. Mt 22,39)” (cf. N°1. La vida fraterna en comunidad: Congregavit nos in unum Christi amor. Recopilado de http://www.vatican.va). Lo anterior presenta la línea programática importante en la construcción de una Vida Consagrada, en la fraternidad y en la comunión en el amor de Jesús Maestro, la cual converge y exige a producir muchos frutos. Estos frutos, se visualizan en los miembros de la comunidad que se esfuerzan continuamente por hacer palpable el amor trinitario, convirtiendo – a cada paulino – en un rayo de luz que imana, expande y empapa a los jóvenes, un estilo de vida diferente del que esta “publicitando” el mundo; donde la opción más divulgada es la de vivir en el individualismo, el egoísmo y la prepotencia. Por ello, es menester de todo Paulino transformarse en una especie de “Youtuber” vocacional, que transmite su experiencia en el amor comunitario a través del carisma y espiritualidad de la congregación.

Formación “Tenga en cuenta que la formación sabia también tiene en cuenta las necesidades, las circunstancias del tiempo, lugar, persona, nación (…)” (cf. Vademécum N° 342. Edizione Paoline). El beato Alberione, ve claramente la necesidad de una formación integral y permanente en la vida comunitaria, con el fin de aportar y enriquecer la Vida Consagrada del Paulino, la cual, va orientada sobre “las cuatro ruedas: Oración, Estudio, Pobreza y Apostolado”. Sin embargo, la formación no solo depende del individuo, sino que requiere de la colaboración de los demás miembros de la comunidad, los cuales, mediante prácticas como la escucha, el dialogo y la humildad colaboran en su formación humana, y se llega a crear espacios donde prima el respeto en la justicia, la gentileza, el servicio y la acogida. En otras palabras, la acogida no “solo es recibir al otro en un lugar, sino que significa ser dónde es el otro” (cf. Vocabolario della speranza. Dal Magistero di Mons. Santo Marcianò, Ordinario Militare per l'Italia. p.17. Editorial San Paolo), es decir, que la comprensión del prójimo es necesaria, debido a que, uniendo esfuerzos, se puede recorrer el camino de la vida con Cristo basándose en la caridad, para que así se produzcan frutos, los cuales, atraigan y motiven a los jóvenes a optar por la vida consagrada en el carisma paulino. 

La promoción vocacional se forja “de rodillas y caminando”: Al decir “de rodillas”, se expresa la oración asidua que debe tener el encargado vocacional de la comunidad al igual los miembros de la misma, ya que es a través de la oración que se ruega “al Padre de la viña que envié operarios a su mies”. Él es quien llama las vocaciones y las confía a las diferentes comunidades religiosas para que sean formadas y orientadas, en nuestro caso son formadas en el método de Jesús Maestro, Camino, Verdad y Vida. Es preciso ver como una gracia a los jóvenes que envía el Maestro Divino a la congregación, y esto implica un empeño y compromiso de todo religioso paulino, de unir esfuerzos para crear y fomentar casas de formación en buenos terrenos para que así puedan crecer y nutrir las vocaciones, lleguen a ser discípulos y apóstoles para la gloria de Dios a ejemplo de María, Reina de los Apóstoles y san Pablo. El caminar, significa la acción de impulsar creativamente la Vida de Cristo Maestro en el tiempo actual, mediante la guía del Espíritu Santo, con iniciativas que contribuyan a motivar a los jóvenes para que hagan parte de la Familia Paulina.

La Familia Paulina “Hay un estrecho parentesco... una estrecha colaboración... un vínculo íntimo de caridad, más noble que el vínculo de la sangre(cf. N°359. Documento Capitulares: Capítulo General Especial 1971). Este vínculo estrecho se fundamenta en Jesús Camino, Verdad y Vida, que nos impulsa mediante la vivencia de su amor, a formar una comunidad más extensa, como lo es la Familia Paulina. Un aspecto carismático dado por nuestro fundador el p. Santiago Alberione y que a través del Espíritu Santo recibió para el servicio de la Iglesia. La Familia Paulina hace parte de ese testimonio creíble que la vida comunitaria es representación del amor de Jesucristo que se hace palpable, en especial para la promoción vocacional hacia los jóvenes. Además, este amor de Jesús, debe impulsar al Paulino a crear puentes y deshacer todos los muros de división, por la razón que es nutricia para las otras congregaciones, institutos agregados de vida secular y los cooperadores, como se evidencia en las Constituciones. Para ello, se propone el establecimiento de espacios tales como un centro vocacional unificado de la Familia Paulina, donde como miembros de esta familia, se aporte y se participe en conjunto de iniciativas, proyectos, programas y actividades para hacer vivas cada vez más, las palabras de san Pablo: “Porque, así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo, así también es Cristo” (1 Cor 12,12).

 

Gerzon Fabián Medina Ariza é junior de la Provincia Colombia-Ecuador-Panamá.